EL HOMBRE QUE PERDIÓ SU SOMBRA
Esta excelente obra se estrenó el año
pasado con muy buenas críticas, premios y con los mejores comentarios del
público. Todo este genera muchas expectativas y hace que uno vaya a verla con
la vara muy alta, pero debo decir que superó ampliamente todo aquello que
podría haber condicionado mi visión.
El
hombre que perdió su sombra es una pieza creada por Elenora Comelli, Johanna
Wilhelm y Axel Krygier, a partir de una versión libre del cuento homónimo de
Von Chamisso. En la novela “La
maravillosa historia de Peter Schlemihl”, escrita en 1814 por Adelbert von
Chamisso, Peter, a cambio de una caja con inagotable dinero, le vende su sombra
a un personaje misterioso, el Hombre de Gris. Así el protagonista se convierte
en un hombre rico pero ahora, al no tener sombra, es rechazado por el resto de
las personas y debe refugiarse en la penumbra de su mansión. De esta manera, el
hombre pierde la posibilidad de amar y
ser amado por Fanny, una bella bailarina. Sin embargo, a pesar de los
obstáculos, Peter se enfrentará a una serie de desafíos para tratar de
recuperar su sombra perdida.
Todas las relaciones binarias que se
pueden deducir del relato entre luz y sombra remiten directamente al bien y al
mal, dejando claro que por la pérdida de algo insignificante como su propia
sombra, Peter puede tener todo lo que desee. Pero la ambición desmedida no lo
deja darse cuenta que solo con lo
material no alcanza para ser feliz. Que
son necesarias otras cosas que el dinero no compra. Así en la soledad de su
palacio cae en la cuenta que es muy infeliz y que solo recuperando aquello que
vendió podrá volver a ser feliz. La urgencia por modificar su decisión lo lleva
a desesperarse por encontrar al Hombre Gris nuevamente para tratar de anular el
pacto. Pero en ese encuentro queda claro que ese acuerdo no es más que un trato
con el mismo diablo ya que este le pide su alma para recuperar su sombra y ante
la negativa se verá confrontado con sus conductas más egoístas.
Es interesante la adaptación de la
novela al teatro y las autoras se sirvieron del recurso del relato y de la
acción dramática para contar la historia. Pero es en la puesta en escena donde
radica el mayor atractivo de esta propuesta multidisciplinaria que combina el
teatro, la música, el movimiento y las artes visuales. Pocas veces se puede
disfrutar del teatro de sombras amalgamado perfectamente en el argumento y que
además ayuda con el relato.
Todo acompañado de la sensible partitura
musical creada por Axel Krygier.
El trabajo de todo el elenco en muy
bueno y parejo. Destacándose Santiago Otero Ramos quien da a Peter toda la sensibilidad y la inocencia necesaria.
Sebastián Godoy da vida al Hombre Gris con soltura y muy buena factura, además
aportar una buena dosis de humor.
El
hombre que perdió su sombra es una obra
que invita a reflexionar, sobre un cuerpo que se desdobla: entre su yo y su
sombra, entre la oscuridad y la luz, entre la realidad y la ficción. Y todo lo
hace con magia y belleza. Una pieza que abre un abanico de temas para charlar
en familia. Pocas veces aparecen propuestas diferentes y de tan alta calidad.
No se la pierda
Gastón Olivera
FICHA
TECNICA
Libro:
Eleonora Comelli, Johanna Wilhelm
Elenco:
Pablo Fusco, Sebastian Godoy, Griselda Montanaro, Santiago Otero Ramos, Gastón
Exequiel Sanchez
Músicos:
Christine Brebes, Axel Krygier, Alejandro Terán
Vestuario:
Paula Molina
Escenografía:
Johanna Wilhelm
Iluminación:
Ricardo Sica
Producción:
Francisco Patelli
Colaboración
en dramaturgia: Isol Misenta
Coreografía:Eleonora
Comelli
Dirección
musical: Axel Krygier
Dirección:
Eleonora Comelli, Johanna Wilhelm
Funciones:
sábados y domingos 15 hs
Lugar:
TNA Teatro Nacional Cervantes (Libertad 815)
Duración:
70 minutos
Recomendado
para niños a partir de 5 años
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