INESTABLE
Se está presentando en el Beckett teatro esta excelente
propuesta protagonizada por el dúo Sutottos. Una obra que en tono de humor
paródico pone sobre el escenario miedos, fobias, paranoias, obesiones y un
sinnúmero de ansiedades
Inestable,
estrenada
en la Bienal de Arte Joven 2015, toma como disparador conductas algo
patológicas, exacerbándolas y llevándolas hasta el límite para contar su historia.
Todo sucede en el departamento de los recién mudados León y César. No queda
claro si son amigos, hermanos o con algún grado de parentesco, pareja o algo
pero eso en lo de menos, no tiene importancia. La cosa es cuando León vuelve a
su casa y César le pregunta si cerró bien la puerta al entrar, comienza a dudar
y creería que lo hizo, pero no lo comprueba. Esta vacilación insignificante
creará un mundo hipotético de cosas que tal vez podrían llegar a suceder. Esto desencadenará
una catarata de situaciones desopilantes y disparatadas que se hubieran evitado
con el simple hecho de ir a controlar la cerradura. En medio de esta discusión
surgen reproches sobre una mancha de humedad que tiene una pared lindera con un
baldío y muchas inseguridades de las que un terapeuta estaría muy interesado en
tratar. Así el manual de neurosis irá tomando vida en el escenario, por eso en
algún momento nos veremos reflejados. Es que en Inestable el miedo, la inseguridad, las obsesiones, la angustia, la
paranoia, las fobias son el eje del
relato. El miedo es una emoción básica y como tal posee una función adaptativa,
que nos ha permitido sobrevivir como especie a lo largo de la historia. En sí
mismo, no es más que eso, un arma protectora que nos permite ser cautos en la
vida. La cosa es cuando comienza este sentimiento a transformarse en
patológico, ahí todo va complicándose y la vida empieza a ser más dificultosa. Es
que cuando no hay evidencia real para temer y se construyen mil supuestos en
torno a un suceso determinado y todo gira en eso empiezan a aparecer situaciones
más complicadas, ansiedades, fobias, angustias, melancolía y sobre todo la imposibilidad de salir de ese
lugar. Acá radica uno de los logros de Sutottos, cuentan con humor de altísima calidad cosas
que no son tan agradables para quienes deben vivirlas. Por ello más allá de la
risa ponen delante nuestro un espejo gigante, algo deformado, para mostrarnos
cómo somos como individuos y como sociedad. Con una mirada ácida, disfrazada
con una propuesta naif e inocente, este dúo brinda un espectáculo de calidad y
excelencia. Sorprenden desde el primer segundo de la obra, nada tiene
desperdicios. El libro corre por el mismo carril, lleva adelante la historia de
César y León y no da respiro y todo apoyado con una excelente dramaturgia
corporal. Utilizan para contar este relato muy pocos elementos escenográficos,
algo muy minimalista pero sumamente efectivo.
Pero por sobre todo está el magnífico trabajo de actuación de Andrés
Caminos y Gadiel Sztryk. Todo lo que producen en el escenario es de excelente
factura, combinan diferentes técnicas actorales amalgamadas en una propuesta
única. Hay que mencionar también que Andrés Caminos, dueño de una voz cálida y
muy armónica, ejecuta la música en vivo con su guitarra. Inestables es de esas obras que uno sale
contento del teatro por haberla pasado muy bien y a la vez pensando en aquello
que vio. Este fenómeno del teatro independiente agota entradas casi todas las
funciones. Para agendar.
Gastón Olivera
FICHA TECNICA
Elenco: Andrés Caminos, Gadiel Sztryk
Colaboración coreográfica: Lali
Chidichimo
Escenografía: Fernando Dopazo
Diseño de Luces: Fernando Dopazo
Vestuario: Analía Cristina Morales
Dramaturgia y dirección: Andrés Caminos
y Gadiel Sztryk
Funciones; sábados 21 hs
Lugar: Teatro Beckett (Guardia Vieja
3556)
Duración: 60 minutos
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