CLARIVIDENTES


Se intuye que todo pende de una delgada cuerda, que lo que sostiene un orden aparente es muy frágil y que está a punto de romperse y esa tensión se va a ir haciendo cada vez más incómoda. En medio de ese panorama cuatro oportunistas diseñaron una suerte de cámara Gesell modificada. Una habitación de cristal que no permite filtrar ningún sonido, que se cierra herméticamente y que se conecta desde afuera con un sofisticado sistema de audio.
Este invento será utilizado para demostrar los dotes de una clarividente que tratará de adelantarse a los pensamientos de quienes estén dentro de la caja vidriada. Estos seres sin escrúpulos solo quieren ganar dinero y aprovechando la desesperación de un hombre de negocios que está casi en bancarrota, consiguen a tres voluntarios decididos a someterse a las lecturas de la psíquica. El empresario entiende que esto puede ser la salvación para poder ganar y especular en la bolsa y decide llevar a la señora a una rueda bursátil.
Pero algo no sale como ellos pensaron, alguna variable no fue tenida en cuenta y todo vira hacia otro lado,  no se sabe muy bien si lo que la adivina predice es lo que va a suceder o lo que ella inconscientemente desea que suceda.
Clarividentes pone sobre la escena un abanico de lecturas, la ambición, la mentira, la falta de escrúpulos, la incertidumbre, el deseo, el amor son algunos de los ejes que mueven a estos personajes desesperados. Es interesante ver también cómo se va jugando el poder y ver cómo quien lo ostenta va modificando su conducta y se va transformando en otro. Esto no solo que sorprende sino funciona como una lupa gigante que desnuda las relaciones interpersonales exponiendo lo peor de cada uno y donde el “sálvese quien pueda” hace que todo se desequilibre y se transforme en algo caótico. Y es el amor lo que terminará por dar un poco de sentido a tanta destrucción y desolación.
El texto de Javier Daulte es muy ingenioso e interpela todo el tiempo al espectador. Con un argumento sostenido por el caos, es muy difícil saber hacia dónde va la historia y acá radica una de las claves que hace que todo el tiempo haya que estar atento ya que nunca se sabe que sucederá, porque aquello que pensábamos de una manera, al instante es modificado. Eso es porque la información se va dando de a poco y aquello que parecía intrascendente termina siendo importante. Nada de certezas, caos e incertidumbre. Es interesante la mezcla de géneros que tiene Clarividentes: policial, melodrama, comedia, musical, las citas cinematográficas, la ciencia ficción y todo este pastiche genera una propuesta atrapante.
Su trabajo como director es excelente, juega con la ilusión teatral y el engaño y eso se disfruta.  Dio a la obra un ritmo vertiginoso, con pausas y apagones muy bien utilizados que suman para contar la historia.
El trabajo del elenco en muy bueno. Todos de gran factura ya que juegan todo al máximo y corren riesgos que llevan a la pieza a muy buen puerto. Talento, energía y entrega definen sus labores.
Clarividentes es una propuesta interesante, que incomoda, que lo hará planearse hipótesis para luego replanteárselas. En la que queda claro que el amor es lo único que aplaca tanto caos.

Gastón Olivera

FICHA TECNICA
Elenco: Mauro Alvarez, Matías Broglia, Rubén De La Torre, Jorge Gentile, Silvina Katz, Juan Ignacio Pagliere, Daniela Pantano, Carla Scatarelli, Luli Torn
Vestuario: Jam Monti
Iluminación: Sebastián Francia
Libro y  dirección: Javier Daulte

Funciones: Jueves 20.30 hs. Sábados 16.30 hs
Lugar: Espacio Callejón (Humahuaca 3759)

Duración: 100 minutos

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