LA VISITA DE LA ANCIANA DAMA
El teatro de Dürrenmatt (1921 – 1990) divierte,
entretiene, inquieta, incomoda, hace pensar, nos lleva a replanteos
existenciales y sobre todo nos expone a parábolas
de las que podríamos deducir alguna enseñanza moral. Es que este suizo que
mezcla lo cruel con lo grotesco se convirtió en uno de los dramaturgos más
significativos de los últimos años porque su producción llega a las fibras más
íntimas de los espectadores, de una manera diferente.
En 1956 publica La visita de la anciana dama, una tragicomedia que a pesar de tener
algo más de sesenta años impacta por su actualidad, es que el tema de los
valores morales siempre nos van a tocar en lo más profundo.
La cosa suscede en Güllen, un pequeño
pueblo suizo en decadencia. Todos sus habitantes viven en la pobreza, el desempleo
es altísimo. Todos están resignados en esa dura realidad. Pero de repente esa
monotonía pueblerina se ve modificada por la llegada de una vieja y millonaria
señora. Lo que motiva una serie de preparativos por parte del intendente, el
cura y el maestro de escuela. Es durante la espera de la visitante cuando se
sabe que ella es oriunda del lugar y que Alfredo, uno de sus habitantes, es el
más allegado a ella. Es por eso que le piden que interceda por todos y que pida
un auxilio económico para tratar de aliviar el duro presente. Asi todos en la
estación reciben a la señora que llega con su séptimo marido y sus dos lacayos
eunucos. Una vez pasado los festejos de bienvenida Alfredo tiene que formalizar
el pedido al que ella, Clara
Zachanassian, no se opone y ofrece la cifra de quinientos millones para la
intendencia y otros quinientos para repartir entre los habitantes.
Todos festejan y sienten que sus vidas
vuelven a tomar sentido. Sin embargo la alegría dura poco ya que Clara pone una
condición que el pueblo al principio la toma como inmoral. Pero la señora,
hará lo imposible para lograr su cometido, lo que llevará a la población de
Güllen a replantearse su posición ética y moral ante el pedido de la anciana dama.
Son muy interesantes las líneas que
Dürrenmatt creó para los personajes de esta historia que más allá de la
anécdota abre cuestiones muy interesantes, hasta grotescas diría. Todos tenemos
valores morales que llevamos como un estandarte, ahora bien ¿es eso así? Que pasaría
si aparece el dinero, porque pareciera que todo se puede comprar. Pero no solo
podemos pensar cómo las personas nos vemos afectadas por la cuestión monetaria,
sino que las instituciones también lo hacen: la intendencia, la escuela y la
iglesia. Da la sensación que esperamos la ayuda externa sin importar el precio
que debemos pagar. La codicia, la moral, el egoísmo, la manipulación son
algunos de los tópicos que aparecen a lo largo de la pieza.
Un gran desafío tuvo el director Alejandro Borgatello para trabajar
con un elenco tan grande en un escenario de dimensiones reducidas y lleva todo
a buen puerto. Son interesantes sus decisiones estéticas y la elección en el
tratamiento del color.
Los trabajos actorales son algo
desiguales y desparejos. Se destacan las propuestas de Ariel Osiris en el papel
de Alfredo, Alicia Reilly como Matilde. Ambos dan a sus personajes una
interesante paleta de colores. También hay que mencionar la labor de María
Laura León como la fría y calculadora Clara.
La
visita de la anciana dama nos lleva a replantearnos nuestros valores morales y
enfrentarlos a la tentación. ¿Hasta dónde somos capaces de llegar?
Gastón Olivera
FICHA TECNICA
Autor: Friedrich Durrenmatt
Elenco: Alberto Alburquerque, Guillermo
Lemos Alen, Julio Bambill, Rodrigo Carabajal, Ariel Chamorro, Diego Ibañez,
Rocio Lennon, Maria Laura Leon, Jorge Alfredo López, Ariel Osiris, Rubén Otero,
Alicia Reilly
Escenografia, vestuario y maquillaje:
Jorgelina Fontanet
Dirección: Alejandro Borgatello
Funciones: Sábados 20 hs
Lugar: Teatro El vitral (Rodríguez Peña
344)
Duración: 80 minutos
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