DOS PLAZAS Y MEDIA
Algo devastador sucedió, todo está perdido o mejor dicho inundado. El agua cubrió todo y no se sabe donde está la orilla. Escombros, muebles, electrodomésticos, cuadros flotan a la deriva al igual que ellos dos. Él sobrevive flotando en un colchón de dos plazas transformado en una suerte de bote. En cambio ella improvisó su balsa sobre una silla dada vuelta impulsada por un batidor de cocina. Así sobreviven estos dos seres perdidos en la inmensidad de no se sabe dónde. Algo sucede que hace que se encuentren, él la invita a subir a su colchón, ella acepta y le cuenta que había nadado en diferentes direcciones y que hasta el momento eran los únicos dos seres humanos en miles de kilómetros a la redonda. No tienen contacto con nadie salvo por una radio que recibe señal algunas veces, a través de la cual se van enterando de manera entrecortada de las noticias sobre el desastre que ocurrió. Ellos se sostienen, se escuchan y se relacionan desde un lugar algo particular, pareciera fa